Retomamos la cuestión de la crisis sanitaria del Covid 19 y de cómo el Estado se pasó por las partes todas las leyes que nos obligaba a respetar. Combinando dosis de agresividad y totalitarismo logró cosas impensables en materia de sometimiento que aún las dictaduras genocidas podrían envidiarle. Usaron la alarma para someter al pueblo y ésto acompañado del inestimable apoyo de un renovado elenco parapolicial de quebrados y vendidos. Cerramos este bloque con un crítico escrito del artista Rodolfo Fucile.

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